Ibagué y su Disco Pijao

Por: CAMILO BRAVO 

Comite Editorial Revista FyC
cartasfyc@gmail.com


Este artículo hablará sobre un punto de vista muy personal sobre lo ocurrido antes, durante y después del torneo Disco Pijao.

Antes de cualquier mal entendido, se debe decir que ni la Revista ni ninguno de los editores tiene nada en contra a la organización de este torneo, de hecho, nos parece una excelente propuesta en la que los jugadores de ultimate del país podemos conocer la ciudad, conocer ultimate y empezar el año como se debe.

También porque les brinda la oportunidad a los jugadores de la ciudad de competir contra equipos de todo el país en condiciones favorables, jugar de locales.

Si se hace alguna crítica es con la mejor intención y en busca de la mejora del evento

Antes.
Me llamó mucho la atención el costo del torneo. Para algunos un torneo de 70 mil pesos con todo incluido es muy barato, para otros un torneo de 70 mil pesos, que hace un año costaba 20 mil pesos menos, es costoso.

¿Por qué barato? Pues por que la inscripción incluía desayuno, almuerzo y comida. Camping, acceso a las instalaciones de Comfenalco, premiación, discos del DP. En cuanto a eso estamos de acuerdo, es un torneo barato.

¿Por qué caro? 70 mil pesos no es que esté muy alejado del precio de cualquier otro torneo de ultimate en Colombia, por lo general los torneos están entre 40 y 70. Sin embargo, en mi opinión un torneo está en derecho de subir su inscripción de un año a otro, si y solo si, se van a hacer mejoras considerables en la organización del evento. Un ejemplo, por decir cualquier cosa: el torneo ya no es en cancha de arenilla si no en canchas de polo. Ya no se va a dar TAMAL, pero se va a dar buffet...

En el caso de este torneo las canchas iguales, sumadas a otras canchas que realmente no conocí y no puedo hablar de ellas, según los comentarios de las personas que si jugaron ahí, bastante regulares, de hecho un par de partidos se jugaron en arenilla.

La comida igual (en cantidad y calidad sin hablar del famoso "tamal"), todo igual.

Ahora debo decir que los organizadores están en todo el derecho de cobrar lo que se les de la gana, los jugadores son los que deciden si pagan o no, en este caso fuimos 700 o un número similar los que aceptamos la invitación.

Un excelente número para un torneo que lleva, tan sólo, tres años. Felicitaciones, lo están sabiendo hacer.

Durante.
Del torneo no se puede decir nada malo, que gran ambiente el que se vive en la ciudad de Ibagué. Dentro y fuera de las canchas.

Jugadores de gran nivel que podrían estar en cualquier club del país. No puedo hablar de muchos casos, pues al haber tantas canchas era muy difícil ver todos los partidos.

Quiero mencionar un equipo llamado URO con dos jugadores bastante buenos, uno de ellos “Checho”. Este tipo de jugadores le dan otro tinte al ultimate colombiano, le dan esa picardía que deberíamos recuperar.

Otro de los equipos que me sorprendió fue Warriors, equipo femenino, que llegó a semi finales del torneo. Alguien más podrá hablar de ellos con más conocimiento.

Tengo la impresión que un error muy común en este tipo de equipos es que quieren ganar (lo cual no tiene nada de malo, obviamente) humillando a sus rivales, intentando hacerlos quedar en ridículo haciendo jugadas "poco comunes" como túneles por ejemplo. Es igual de válido un gol de huck, swing o de tunel, pero hay que ver la intención con la que se hace, sí es cómo un recurso para salir de problemas o como una herramienta para humillar al adversario. Para mi, más la segunda opción que la primera. Pero bueno, entre gustos no hay disgustos, cada uno verá cómo gana.

Otra crítica a estos equipos es su falta de conocimiento del reglamento o su falta de aplicación. Ejemplos: jugadores que llegan a marcar empujando y pese a los llamados lo siguen haciendo, jugadores que meten sus rodillas para evitar que su marca haga un corte, incluso, jugadores que "estiran" un poco su pierna para hacer zancadilla, toman de la camiseta o simplemente te "matan" a patadas.

En Femenino la final fue Bamboo con muy buenos refuerzos de Wayra y un mix de niñas de Medellín jr. (Revo, Kalypso) ganó Bamboo.

En cuanto a los hombres, una final diferente, llena de emociones y buenos goles.

Raza y Mamoots se enfrentaron en una final por primera vez en la historia. Raza parecía desgastada ,pero sus cuatro líderes supieron liderar al equipo durante todo el torneo. Felicitaciones a Willy, Larra, Kike y Felo.

Mamoots, desde hace bastante tiempo viene jugando muy bien y muy bueno resulta que hayan ganado sin tener en sus líneas ni a Nando, ni a Tulio, ni a Martín, demuestran que están para ganar cualquier torneo. Felicitaciones a Alejo, Toño y el resto de la manada.

Todo el mundo se divirtió excepto, el punto negro del torneo, los intoxicados por culpa de unos tamales dados en la comida. Según lo que se dice es que fueron varios los jugadores (¿30?) que tuvieron que pasar la noche en distintos hospitales de la ciudad por cuenta del tamal tolimense. Lástima.

Me mantengo en la idea que tenía antes del torneo.

Siempre pasa algo, hay que echarle un ojo a todas las cosas que han pasado año tras año y ver que siempre han ocurrido "cositas" que empañan la acampada en Comfenalco (recordar cuando rompieron unas carpas y a los jugadores les tocó jugar en tenis, pues sus guayos desaparecieron.)

¿Enserio insisten en subirle el precio a un torneo con estas características? ¿será que el próximo año ya no cuesta 70 y le suben a 100? ¿incluye tamal?

En resumen:
Nuevo campeón en masculino, Bamboo repite título, final en el estadio, tamales (ta-malos), quejas de los vegetarianos (ningun vegetariano intoxicado ... claro, el primer día no les dieron comida)

Definitivamente hay varias cosas que mejorar por parte de la organización. El Disco Pijao ya no es un torneo cualquiera, ya va adquiriendo jerarquía en el calendario de ultimate colombiano, y es una plaza fija en enero para ir a jugar ultimate e iniciar pre temporada.

Es por esto que deben mejorar el tema de la organización, a muchos nos pasó que nos fuimos a dormir sin saber contra quien jugábamos segunda ronda al otro día y sólo lo supimos por medio de rumores o chismes, incluso cuando llegamos a la cancha al otro día. No son cosas graves, pero hay que mejorar.

OJO con el tema de la asistencia médica en los torneos, hay que tener médicos que atiendan cualquier tipo de incidente de forma inmediata, cualquier demora puede salir caro (ya sabemos las consecuencias). Un jugador de Matanga tuvo un accidente durante el juego y jamás llegó el médico, lo tuvo que asistir una jugadora estudiante de medicina. Cuidado.

¿cómo le explica un entrenador de un equipo de niñas menores de edad a un padre de familia que su hija fue a un torneo pero que se comió un tamal y ahora está hospitalizada?

¿quien cubrió los gastos de las personas que se enfermaron? ¿las llevaron en ambulancia? o ¿les tocó ir en taxi por sus propios medios a hospitales y clínicas en una ciudad que no conocen?

En un año volveremos a hablar del Disco Pijao, a ver si nos dan ganas de volver. Ojalá si pues definitivamente en Ibagué se pasa muy bien, pero no lo es tanto por el torneo.

Para que nos sigamos animando la organización tiene que ponerse las pilas para ser capaz de lograr un torneo de estas características.

Pd1: cuenta en twitter @Revistafyc

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